Está basada en observaciones hechas durante casi veinte años de consulta psicoterapéutica. Los sujetos consultaron en busca de ayuda por sensaciones de miedo, culpa, vergüenza, ansiedad, inseguridad y baja autoestima.
Al estudiar los casos en profundidad, salió a la luz que la causa de esas sensaciones no era -como muchas veces creían quienes las padecían- que había cosas que realmente no podían hacer o controlar, sino que había cosas que sin ninguna duda podrían hacer por su bien, pero no las estaban haciendo.
A causa de ello, sufrían consecuencias e inconvenientes que iban desde una mala dentadura hasta enfermedades terminales, pasando por la obesidad, adicciones, malos hábitos, mal aspecto, malas relaciones, malos trabajos, etc. Se vio que las sensaciones justificaban su presencia por el hecho de que quienes las padecían no estaban haciendo todo lo que podían por su propio bien, y por más que quisieran distraerse del hecho, lo sabían. Las sensaciones mencionadas logran anidar con mayor facilidad en personas que se dan cuenta que son parte del problema y no de la solución. Ejemplo de esto fueron muchos obesos que cuando comenzaron a hacer algo respecto a su situación -comer mejor, hacer ejercicio, etc- dejaron de sentirse mal aunque todavía estaban obesos; o personas que aún estaban endeudadas, pero que ya no se sentían mal porque habían renegociado sus deudas y estaban haciendo lo mejor posible para pagarlas.
De estas observaciones surgió una conexión y un camino para aliviar y curar las sensaciones de culpa, miedo, vergüenza, ansiedad y baja autoestima: Dejar de ser parte del problema y ser parte de la solución. La manera de hacer esto, consiste en cultivar el hábito de HACER SIEMPRE LO POSIBLE, de la mejor manera posible según las posibilidades de cada situación.
La Guía es un compendio de ayudas prácticas y un método sólido y sencillo, en cinco pasos, diseñado específicamente para hacer esto y para solucionar los obstáculos más comunes que se presentan a la hora de hacer lo que es posible:
- No saber elegir ni por donde empezar.
- No conocer los recursos personales (qué cosas son posibles para uno).
- No saber cómo invertir los recursos disponibles (estrategia).
- La distracción y el olvido de lo que se debe hacer.
- La falta de seriedad y de honestidad para cumplir con lo prometido.
